La salud dérmica y ungueal de los pies se trata a través del servicio de quiropodología.

Un procedimiento manual para aliviar dolencias cómo las hiperqueratosis (durezas), las onicocirptosis (uña clavada), otras alteraciones ungueales, infecciones dérmicas por hongos, mal olor de pies, sudoración excesiva, etc.

En la visita, se evalúan las posibles causas de la alteración, y se procede al tratamiento y a la prevención para el futuro.

¿Cómo se mueven tus pies? ¿y el resto de cuerpo respecto a tus pies?

El pie es un gran captor postural, sus receptores envían información al sistema nervioso, y este lo va a traducir en información postural, pudiéndose ver alterada nuestra globalidad.

A nivel podológico, se realizan tratamientos con plantillas biomecánicas y/o posturales, ortesis de silicona, vendajes funcionales, ejercicios específicos, etc.

Es obvio que debemos trabajar de la mano de otros profesionales, cómo fisioterapeutas, osteópatas, optometristas, odontólogos, nutricionistas, etc…

Cuando visitamos a los más pequeños el objetivo es prevenir sobretodo, y tratar en el caso que sea necesario.

Se deben valorar varias cosas:

• crecimiento

• hábitos posturales

• forma de los dedos, pies, extremidades, espalda…

• manera de caminar

• tipo de calzado

El profesional de la salud del pie, guiará en ciertas pautas para prevenir y/o mejorar si se detectan alteraciones, y hará un seguimiento según necesidades.